UNA DECADA TRABAJANDO POR LOS MAS NECESITADOS

Ya son 10 años que la compañera Elizabeth Valencia forma parte del equipo de la Fundación. Inicio su recorrido como practicante estudiantil en el área de administración y luego de culminar su carrera en Desarrollo Comunitario se sumó el equipo de promotores, logrando mucha experiencia permitiéndole que hoy se desempeñe como coordinadora del Programa de Desarrollo Comunitario. No podemos pasar por alto que Elizabeth siempre estuvo vinculada a la Fundación, ya que cuando cursaba sus estudios primarios fue una niña beneficiada por los programas de la Fundación.

Por medio de su ayuda a los padres de Familia en su organización de tal manera que los proyectos y programas que ejecuta la Fundación Pro Niños de Darien en su Comunidad sean todo un éxito en beneficio de la Niñez que tanto lo necesita. Convencida que el trabajo no es fácil y muchas veces peligroso nos cuenta que: En el año 2012 cuando realizaba una Gira en al área de Balsas, pase una de las situaciones difíciles y que gracias a Dios hoy lo puedo contar. Este Río tiene como característica ser muy corrientoso por la cantidad de piedras que tiene y en época de invierno es mucho más peligroso. Llegando a un lugar llamado el Guayabo donde se forma un enorme remolino, que para poder cruzar hay que dirigir la piragua por la orilla y al regresar el motorista debe manejar de reversa por cualquier eventualidad poder acelerar y no dejarse arrastrar por el remolino, resulta que justo llegando cerca del remolino el motor se fue al agua, uno de los compañeros salto con la soga para amarrar la piragua aun árbol, al ver esto yo salte de la piragua asustada, gracias a Dios tenía el salvavidas y pude agarrarme de la piragua sino me hubiera arrastrado el remolino. Mis compañeros dicen que ellos solo vieron una de mis chancletas que iba flotando y pensaron que no me volverían a ver más, pero cuando vieron una manita negra agarrando la piragua volvieron a respirar con calma y sin angustia. Nos reímos luego entre nervios y susto pudimos bajar a la comunidad siguiente lentamente llevando remolcada la piragua todos mojados y con frío pero luego nos reíamos y nunca olvidamos ese evento sucedido aquella vez.

Haciendo una evaluación de un inicio y el hoy en cuanto a mi intervención en las comunidades; veo organizaciones mejor orientadas con objetivos y metas claras de lo que quieren, con directivos claros de sus funciones, más pendientes de los proyectos y programas que se ejecutan en su escuela; recientemente en los últimos años hemos ayudado a las Asociaciones a desarrollar planes de trabajo Anuales y evaluamos a inicios del siguiente periodo escolar con una metodología de autoevaluación, y ellos mismos se están dando cuenta que deben mejorar mucho más en algunos aspectos y esto es un indicador positivo porque estamos logrando hacer conciencia en los padres de familia y hacerles ver que todo lo que hacemos vale la pena y que ellos son quienes deben empoderarse y lograr que sus niños y niñas mejoren su estado nutricional y desarrollar proyectos que les ayuden a ser autosostenibles e independientes.

Hoy luego de 10 años de pasar frio, aguantar mosquitos, montar caballos, caminando, bajo el sol o la lluvia, le puedo decir a todos aquellos que desean ayudar que la niñez de Darién te necesita, vale la pena convertirse en padrino invertir en estas comunidades. Quizás no tengas la oportunidad de conocer muchas de estas comunidades, ni tampoco a tu ahijado pero quiero decirte que estos niños te lo agradecen, cada vez que reciben un plato de comida, cuando se le entregan útiles escolares, poder tomarse un vaso de agua limpia, solo con sus sonrisas y abrazos que recibimos nosotros en gratitud a ese granito que aportas es la muestra de agradecimiento más sincera que vas a recibir.

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