
En el mes de abril, en el marco del Día de las Buenas Acciones, fuimos testigos de un extraordinario ejemplo de solidaridad y compromiso social. Empresas aliadas, voluntarios, estudiantes, madrinas y padrinos unieron fuerzas con una meta clara: llevar esperanza, herramientas educativas y una sonrisa a los niños de Darién.
Gracias a la generosa participación en la colecta de útiles escolares, organizada con gran anticipación, logramos empacar y distribuir más de 6,000 bolsas con materiales escolares. Este gesto, más allá del valor material, representa una verdadera acción de amor y una inversión en el futuro de miles de niños que ahora podrán continuar sus estudios con dignidad.
Cada donación fue una semilla de esperanza. Cada mochila, una promesa de oportunidades. Y cada voluntario, una pieza clave en este engranaje de solidaridad que no conoce límites.
El 6 de abril celebramos el Día de las Buenas Acciones, pero el impacto de esta jornada se extiende mucho más allá. Porque las Buenas Acciones no se limitan a un solo día: se viven, se repiten y se multiplican cuando la comunidad se une por una causa noble.
Agradecemos profundamente a la actividad internacional “Dia de las Buenas Acciones” , Bnai Brith Panamá, Voluntarios de Panamá, Fundación JUPÁ y a todos los que hicieron posible esta hermosa iniciativa.
Este esfuerzo colectivo nos recuerda que no hay gesto pequeño cuando se trata de transformar vidas. Sigamos sembrando esperanza y construyendo un futuro mejor, un útil escolar a la vez.









